lunes, 13 de diciembre de 2010

La Ciencia del Color en la vernissage de Marta Minujin en el MALBA


En la segunda semana de Noviembre de 2010 conocí a la todoterreno en arte y moda Adelaida Raquel Maddio por facebook . La directora de Dhileaproducciones, que trabajaba en el Museo de Arte Contemporaneo, charla va, charla viene, me invitó a la vernissage de Marta Minujin en el Malba. Quedamos en que la pasaba a buscar por el MAC y llegué cuando levantaban un muy top desfile de modas de diseñadores independientes. Rodeada de altisimas modelos todas iguales (para ser modelo hoy hay que ser hiperalta - 1, 80 minimo-, flaca hasta los huesos y siempre con grandes ojos claros: asi eran todas las modelos presentes) me la pase llamando a Adelaida sin encontrarla. Entonces me mande la Malba donde ya habia dos colas inmensas: una de socios y amigos del Malba e invitados especiales , y otra de público comun. La primera era la más larga. Fui de una a la puerta diciendo que me esperaba Adelaida adentro ( podía ser ..no mentí) y me cerraron el paso diciendo que adentro sólo entraba la prensa , y no podia entrar hasta después.Ahi supe que pifié el verso, porque yo podia haber dicho que era prensa de cualquiera de los medios donde colaboro. Pero apenas abrieron la puerta a la primer tanda de invitados,entré: la vida es corta y haber sobrevivido este año el incendio que destruyó mi casa de madrugada no me hizo sentir que tengo tiempo extra,sino que cuento con un tiempo suplementario que no está para desperdiciar esperando en una cola.
Asi fue como me recorri toda la retrospectiva de Marta Minujin en el Malba, con el propósito doble de disfrutar la muestra y de llevar mi libro "La Ciencia del Color" a las manos de la gente que se pasa el dia decidiendo colores: los artistas plásticos. Y en verdad estaban todos allí. Galeristas, artistas, diseñadores, editores de arte,gente de la cultura recorriendo mezclándose con curiosos, fashionistas, exhibicionistas y estudiantes de arte y hasta parejas con el cochecito del bebé, todo en un clima festivo.
Marta Minujin parecia una Lady gaga nacion al con un vestido rojo con miriñaque y tules, de escote volcado hacia adelnate, cartera extremandamente garnde roja con caedenas doradas , guantes rojos y gafas rojas con luces rojas en el marco. Asio de llamativa, pretendia esconderse yno se detenia con nadie, como una diva tímida, mariposeanndo fugazmente la muestra casi al troto y refugiándose en el baño de damas del asedio de la prensa para que le retoquen el maquillaje. Los fotografos la corrian y ella huia , hasta que una asistente los paró en sexo diciendo " Dejenla en paz, va al baño" Yo tambien frené, pero pensé " qué tanto, yo también soy mujer y puedo ir al baño de mujeres" y me metí con ella.
Charlamos un rato , le dije que se sacara los anteojos porque la verdad que esta muy bella sin ellos , y es una pena que se cubra esos ojos azules. le regalé " la Ciencia del color" y le encantó la idea de un libro de colores . Sus ultimas obras son todas de color fluo,cosa excelentes que rebosan alegría . " Se vienen los colores con todo en los años que vienen" , vaticinó. Le recordñe que hace añosla entrevisté para Clarín en su atelier , y me alabó mi saco colorido de Katmandú. Es una paradoja, Marta . Tan excentrica y timida a la vez, tan exhibicionista y escvondiendose en el baño y detras de esos anteojos perpetuos, aun cuando una refrescadita oportuna la hace lucir de 30 sin lentes.Cuando estaba por salir del baño antes que ella me djio " MIra que la obra no se termina en el primer piso, anada ver lo que hay en la terraza, por favor, mira que sigue ..." Y ahi supe que estaba delante de una artista al 1000 por ciento: su preocupación era que se viera todo lo que ella habia hecho.¡¡¡Eso es tan de artista nato!!!


Al salir del baño la esperaba una nube de gente , entre los cuales la saludo muy calidamente el vicepresidente del malba, Mauro Herlitzka, acá abajo.

Entre la multitud recorriendo las insatalaciones me encontré con Guillermo Kuitca, elartista plastico argentino mejor cotizado del mundo. Nos quedamos charlando de amigos en común y de " La Ciencia del Color" , y se llevó un ejemplar en el bolsillo . Desopues nos avisaron que nos sacaban las fotos y nos pusimos serios :

También me topé con el director del Ballet Contemporaneo Mauricio Wainrot ( viejo entrevistado mio), otro que volvió a nacer, sobreviviente de un accidente donde falleció su compañero de vida y escenografo Carlos Gallardo .Mauricio venía de hacer Cramina Burana en la 9 de Julio, feliz con el evento. Y estuve charlando con Rogelio Polesello, el unico artista presente que compró el catálogo de Marta Minujin , que salia 90 patacones.

Marta y Rogelio tambien intercambiaron saludos :

El presidente del Malba, Eduardo Constantini , y tuvo la enorme suerte de crizarse conmigo y que a mi me quedara un libro para él .

La muestra en sí es una fiesta . Su unica cpontyra es que dura poco . Marta Minujin se autodefine como una artista pop, y " pop" en inglés significa " saltar hacia afuera" , como algo que al saltar te sorpende . Y el arte popo esta para eso : para soprender . Marta Minujin demuestra en esta retrospectiva, que su mion de ser artista pop, de sorprender y saltar a la vista , la sigue cumpliendo sin respiro y sin pausa , de modo admirable e impecable. Pero lo que mas llama la atención de la muestra es que la gente sale de ella con una sonrisa . Y ahi me di cuenta de algo más importae : Marta Minujin es una artista humorística, o humorista con todas las letras . Sus obras siempre son ironicas, graciosas, juguetonas: una habitacion forrada en colchones donde la gente grande salta y se recuesta , colchones y chichoneras de colores anudados y colgando de la pared, los reglamentos de la Asociacion de Fracasados,que debrian esgrimirse otra vez en los tiempos que corren...

El obeslico de Pan Dulce, el Partenon de libros, y los eventos tipo happening que cuenta en videos con audio de ella misma contando sus locuras creativas , como la de la conferencia en Estados Unidos sobre " El valor del tiempo" , interrumpida por un chorro, una loca, y evacuada por amenazas a los diez minutos...¿ No es genial? Desde siempre Minujin provoca, y quien provoca, hace pensar. Los provocadores son los dueños de la cultura. A veces le sale bien , a veces peor , a vece brillante, pero Marta nunca paró. Una vuelta, de pendeja, se llevo 20 kilos de tierra de Machu Pichu que repartió en no se cuantos paises , y descubri esta gaffe ortografica en la descripción de la ocurrencia :

Ella habla de habitar casas de barro como los horneros, Hoy en dia, las casas de adobe estan en la vanguardia de la arquitectura.
La curadora Victoria Noorthoorn tuvo que entrar a una instalación de una habitacion de los ´60, decorada hasta la obsesión retro con un tocadiscos Wincofon , para retar a la parejita de actores en su dormitorio intimo ( el en pijama completo, ella en camisón) , que la onda era que se metan a charlar en la cama, no parados al costado. Y le hicieron caso en el acto:
La muestra está llena de cosas curiosas : una sala con la filmación de una vernissage de los 60, donde pareciera que estamos participando en un encuentro en el cual el pasado nos mira. .Lo inquietante de esto es que ropa, peinados y anteojos cambian , y que otrora se podia fumar en los eventos . Pero la actitud es la misma .


Por último , las primeras obars de Marta son tan buenas, como pocos artistas podrian echibir sin avergonzarse . Tambein em encontre conmal Baronesa Dudi von Thielmann de Ediciones Lariviére, que se llevo choccha mi libro , feliz de encontrarse otra " von" entre los presentes ( además del Wincofón).
Buenos vinos y mejor champán sellaron una velada feliz.
Gracias Marta.
Gracias Malba.







Marta y Andy Warhol, mostrando la belleza americana del maíz para el mundo : como no consiguieron mas que choclo blanco, los tuvieron que pintar con aerosol :








La muestra :
Del 26 de noviembre al 7 de febrero de 2011. Sala 5 (2º piso), sala 3 y terraza (1º piso) Marta Minujín. Obras 1959-1989 Inauguración: jueves 25 de noviembre a las 19:00
Malba – Fundación Costantini cierra el año con una retrospectiva de la artista argentina Marta Minujín con más de 100 obras que hacen foco en su producción histórica de las décadas del 60, 70 y 80.

Curada por Victoria Noorthoorn, la exposición invita al público local a adentrarse en las obras y las acciones más y menos conocidas de la artista, realizadas tanto en Buenos Aires como en París y en Nueva York, entre otras ciudades. Se propone dar cuenta de la complejidad y envergadura de su producción y, en muchos casos, del carácter anticipatorio de sus proyectos para el arte nacional e internacional.
La exposición se organiza, a grandes rasgos, de manera cronológica e incluye desde sus pinturas de 1959 y sus tempranas obras informales a sus ambientaciones multicolores de 1964 y 1965, desde sus experiencias con los medios de comunicación en 1966 a su experiencia hippie hacia 1968, de sus óperas ficcionales en 1972 a sus proyectos de crítica sobre la realidad latinoamericana durante los tardíos años 70, para luego extenderse a sus proyectos de participación masiva.
Tiene un formato afín a la vorágine creativa de Marta Minujín e incluye obras pertenecientes a colecciones públicas y privadas, 20 proyecciones con registros fílmicos, la reconstrucción y recreación de obras históricas e importantes documentos del prolífico archivo de la artista. Están representadas sus obras más paradigmáticas, como La Destrucción (1963), Revuélquese y viva (1964), La Menesunda (1965), El Batacazo (1965), Simultaneidad en Simultaneidad (1966), Importación - Exportación (1968), Kidnappening (1973), Soft Gallery (1973), Imago Flowing (1974), La academia del fracaso (1975), Comunicando con tierra (1976), El Obelisco de Pan Dulce (1979), El Partenón de libros -que realizó con títulos prohibidos durante la dictadura militar en 1983- y Operación Perfume (1987), entre muchas otras. Además, Malba exhibe en la terraza del museo una selección de esculturas producidas en los últimos 20 años.

“En líneas generales, la exposición se concentra en la Minujín que no conocemos dadas las escasísimas exposiciones analíticas de esta gran artista en nuestro país. Me refiero a las facetas relativas a una producción que además de libertad, vorágine, exceso y egocentrismo, se caracteriza también por su método, precisión, rigor, resistencia, generosidad y un fundamental espíritu crítico, todas cualidades que claramente han contribuido a conformar una producción de vanguardia tan variada como compleja y a constituir a Marta Minujín en una autogestora de proyectos artísticos como no ha visto la Argentina”, explica Noorthoorn.

La investigación presenta a Minujín en diálogo con su tiempo, con los eventos nacionales e internacionales que se sucedieron en los diversos momentos de su producción y con las comunidades artísticas con las cuales se relacionó, tanto en la Argentina como en el mundo. Da cuenta de la forma en que la siempre provocativa producción de Minujín respondió, desde un primer momento, a una década de continuas transformaciones –los 60-, que vio nacer y desarrollar el Pop, el minimalismo, el arte conceptual, el arte de la performance, el happening, el arte de los medios, el videoarte, la psicodelia y el arte de acción y que, a su vez, transitó períodos de dictadura y violencia a nivel nacional y situaciones mundiales tan paradigmáticas como la Guerra de Vietnam y el viaje a la Luna. A todas estas circunstancias, responde Minujín una y otra vez.

Junto con la exposición, Malba presenta una importante publicación editada especialmente para la ocasión. El catálogo incluye una introducción de Eduardo F. Costantini, fundador y Presidente de Malba; un ensayo curatorial a cargo de Victoria Noorthoorn (Marta Minujín. El vértigo de la creación), que dialoga con diversos textos elaborados por un equipo de investigación: la Biografía, de Javier Villa; la Bibliografía, de Cristina Blanco; una sección de Obras, con textos de Jimena Ferreiro Pella, que incluye descripciones más detalladas sobre los diferentes proyectos; además de una Cronología artística internacional, a cargo de Victoria Giraudo. Finalmente, la sección Documentos permite acceder a una selección de textos históricos.










Biografia artística de Marta Minujin : ( de su website official)
Decidida a internarse en las artes plásticas, Marta Minujín comienza a estudiar en la Escuela Nacional de Bellas Artes. A pesar de obtener excelentes calificaciones en dibujo, pintura y escultura, Marta no se siente conforme con lo que hace. Está interesada en ser una artista de vanguardia y lo que realiza no le parece acorde a esa tendencia, por lo que decide abandonar sus estudios. Le interesa la obra de Alberto Greco; cree en la necesidad de un arte que logre sobrecoger al espectador, que salte del plano y se instale en la tridimensión, ideas que comparte con Rubén Santantonín y Emilio Renart.
Un día, mientras pintaba un cuadro para el que necesitaba mucha carga matérica, decide pegar sobre la tela una parte del colchón de su cama. En ese momento descubre una veta que le parece original y decide explorarla. Sus primeras obras con colchones se exponen en la Galería Lirolay, donde la descubren los críticos Germaine Derbecq y Jorge Romero Brest.
En 1961 gana una beca y se va a estudiar a Paris. Allí se vincula con artistas del Nouveau Realisme, informalistas y de otras orientaciones, entre quienes se cuentan Niki de Saint-Phalle, Jean Tinguely, Christo, Lourdes Castro y Robert Rauschenberg. Al año siguiente comienza sus estructuras habitables cubiertas de colchones -realizadas con colchones encontrados entre los desechos de los hospitales parisinos- y sus primeras performances. Paralelamente, se adscribe a las teorías de la "muerte del arte", evitando el mercado y los museos, realizando obras efímeras y destruyendo su obra plástica anterior.
Dentro de este pensamiento se inserta La Destrucción, su primer happening realizado en 1963.
Para esta obra, Minujín reúne todas sus piezas elaboradas con colchones, e invita a un grupo de artistas a "destruirlas" creando una obra propia sobre ellas. Posteriormente, un verdugo las destroza con un hacha y Minujín las quema, mientras libera 500 pájaros y 100 conejos entre los participantes. La artista desarrolla esta vía del happening, basada en acciones simultáneas y en situaciones "fuera de control", con gran participación y apuesta a la creatividad del público, en otros eventos similares realizados poco después, como Suceso Plástico (1965), un aquelarre de motociclistas, musculosos, mujeres gordas, parejas de novios atados, pollos, lechuga y harina que tuvo lugar en el Estadio de Peñarol de Montevideo (obra por la cual Marta Minujín no pudo volver a ingresar a Uruguay por varios años) y Happening, del mismo año, ejecutada en el programa "La Campana de Cristal" que se emitía por el Canal 7 de televisión.
Con Revuélquese y Viva (1964), una construcción habitable cubierta de colchones multicolores que invita al público a desplegar sus capacidades lúdicas, gana el Premio Nacional del Instituto Torcuato Di Tella.
Pero Marta Minujín se hace famosa cuando al año siguiente compone, junto a Rubén Santantonín, La Menesunda, una ambientación transitable que propone al espectador experimentar una variedad de sensaciones a lo largo de un recorrido de 16 zonas. La obra congrega a una innumerable cantidad de visitantes y a toda la prensa, que reparte sus comentarios entre tímidos elogios y contundentes condenas a su autora. Pocos meses después realiza El Batacazo (1965), otra ambientación transitable de menores dimensiones, que repite al año siguiente en los Estados Unidos.
En 1966 gana la Beca Guggenheim y se traslada a New York; allí entra en contacto con la vanguardia norteamericana. Su obra se vuelca hacia los medios de comunicación y su implicancia en la modificación del entorno sensorial de los individuos, inspirada en las teorías de Marshall McLuhan. En esta línea realiza Simultaneidad en Simultaneidad (1966), ambientación creada para el Three Countries Happening que planifica junto a Allan Kaprow y Wolf Vostell, en la que hecha mano de todos los medios a su disposición para crear una invasión mediática instantánea; Circuit (1967), obra similar realizada en Canadá; Minuphone (1967), una cabina de teléfono que reacciona a los números discados, exhibida en la Howard Wise Gallery de New York, y Minucode (1968), ambientación fílmica expuesta en esta última ciudad. Este mismo año, forma parte del cuerpo de profesores en el área de "nuevos medios" de la New York University, junto a Robert Rauschenberg, La Monte Young y Steve Paxton, entre otros.
Durante los próximos diez años, Marta divide su vida entre los Estados Unidos y Buenos Aires. En nuestra ciudad realiza un conjunto de eventos y ambientaciones. En New York comienza una serie de happenings que involucran a los espectadores en situaciones inesperadas, hasta llegar a obras basadas en "secuestros" de integrantes del público: Interppening (1972) y Kidnappening (1973), realizadas en los jardines del Museum of Modern Art; Nicappening (1972), una irrupción en la Parke Bernet Gallery, e Imago Flowing (1974), ejecutada en el Central Park.
De regreso en Buenos Aires expone algunas obras en el CAYC: La Academia del Fracaso (1975) y Comunicando con Tierra (1976) son sus realizaciones más destacadas de este período. Poco después, inicia lo que denomina "arte agrícola de acción", obras de caracter ecológico en las que combina el arte con la naturaleza: Repollos (1977), en el Museo de Arte Contemporáneo de San Pablo, Toronjas (1977), en el Museo de Ciencias y Artes de la Universidad de México y Oranges (1979), en el CAYC.
Por esa misma época, comienza sus monumentales obras consumibles, que se inauguran con El Obelisco de Pan Dulce (1978), continúan con La Torre de James Joyce en Pan (1980) -realizada en Irlanda- y se prolongan en una progresión de figuras simbólicas recubiertas con diferentes alimentos. Paralelamente, Minujín desarrolla una serie de "deconstrucciones de mitos" en obras como El Nido de Hornero Gigante (1976) -una parte de Comunicando con Tierra- El Obelisco Acostado (1978), presentada en la ciudad de San Pablo, el mencionado Obelisco de Pan Dulce y Carlos Gardel de Fuego (1981), realizada para la Bienal de Medellín.
Estas obras que conjugan la historia, sus símbolos y uno de los principales baluartes de la sociedad contemporánea -el consumo- desembocan en un grandioso Partenón de Libros (1983), una réplica del Partenón de Atenas recubierta con libros prohibidos durante la dictadura militar, realizada en homenaje a la cultura y a la democracia.
Tras largos años de obras efímeras y de rechazar a las instituciones artísticas, Marta Minujin regresa a la escultura, siguiendo la tendencia a la recuperación de las artes tradicionales que se produce durante la década del '80. Sus obras son estudios sobre el arte clásico desde una mirada contemporánea, que inserta a la tradición en la problemática de la postmodernidad.
No obstante, continúa con sus eventos, ambientaciones y performances. En 1985, Marta Minujin paga la deuda externa argentina al artista norteamericano Andy Warhol con mazorcas de maíz, el "oro americano", en una acción simbólica realizada en New York. Para los festejos del Quinto Centenario, intenta saldar el descubrimiento de América pagándole a la Reina Sofía con la misma moneda, pero razones protocolares le impiden hacerlo. Cuatro años más tarde, intenta resolver el conflicto de Malvinas, pagando con mazorcas a una doble de Margaret Thatcher.
Su obra actual se reparte entre la escultura y los eventos. En 1997 comienza M.I.C.2,Mujer-Intelecto-Consumismo 2000, una monumental figura femenina que representa a la mujer del próximo milenio, para ser emplazada en nuestra ciudad.
Cuando en 1998, el Museo de Arte Contemporáneo de Los Angeles realiza una revisión histórica sobre la incursión de la acción en las artes plásticas para la muestra Out of Actions: Between Performance and the Object, Marta Minujín es ubicada entre los pioneros de estas manifestaciones, junto a Ives Klein, Allan Kaprow, Piero Mazzoni y el grupo Gutai.



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