domingo, 18 de abril de 2010

Esa increíble capacidad de escuchar los colores

La sinestesia es la mezcla de impresiones de sentidos diferentes. De esta forma una persona sinestésica ve colores, huele palabras y saborea letras. En un inicio se asoció a esta cualidad un origen tóxico, por abuso de drogas como LSD y setas alucinógenas. Actualmente se sabe que tiene cierto componente genético y varios miembros de una misma familia pueden tener esta cualidad.

Los sinestéticos perciben con frecuencia correspondencias entre tonos de color, tonos de sonidos e intensidades de los sabores de forma involuntaria. Por ejemplo, un sinestético puede ver un rojo más intenso cuando un sonido se vuelve más agudo, o tocar una superficie más suave le puede hacer saborear un sabor más dulce. Estas experiencias no son metafóricas o meras asociaciones.

La sinestesia puede ocurrir incluso cuando uno de los sentidos está dañado. Por ejemplo, una persona que puede ver colores cuando oye palabras puede seguir percibiendo estos colores aunque pierda la vista durante su vida. Este fenómeno recibe también el nombre de "colores marcianos", término que se originó tras un caso de un sinestético que nació parcialmente daltónico, pero decía ver colores 'alienígenas' que era incapaz de ver en el sentido habitual del término, y que en realidad percibía debido a su sinestesia.

La sinestesia es un fenómeno real, es decir, algunas personas ven colores cuando oyen o leen letras y números, lo que consiste el tipo de sinestesia más frecuente. Otras saborean sonidos, colores, entre otros. Presenta las siguientes características:
funciona como un diccionario: un mismo estímulo siempre evoca una misma percepción.
la percepción ocurre involuntariamente.
las percepciones son individuales: cada sinestético tiene sus propios colores y formas asociados.
las percepciones son asimétricas: el número 7 puede evocar el color azul, pero el color azul no tiene por qué evocar el número 7.
las percepciones son permanentes: empiezan en la infancia y no cambian a lo largo de la vida.
Los investigadores del fenómeno creen que puede originarse en la infancia. Se cree que los bebés perciben el mundo de forma sinestética, porque sus cerebros no están completamente desarrollados. Al crecer, la percepción de los sentidos se separa, pero en los individuos sinestéticos esta separación no se produce y permanecen sinestéticos durante el resto de su vida.

Los parientes de sinestéticos también presentan sinestesia más a menudo, cerca de un tercio de los sinestéticos dicen tener familiares con experiencias similares. Se cree que el fenómeno se transmite genéticamente mediante el cromosoma X.
Se estima que el 10% de la humanidad es sinestética. La sinestesia ha sido estudiada por el neurólogo Ramachandran en la Universidad de California. Según Ramachandran "un proceso similar a la sinestesia puede ser el responsable de la capacidad humana para crear metáforas y ser importante para la creatividad."
En la forma más común de sinestesia los números y las letras del alfabeto se asocian con colores. Muchos sinestéticos aseguran que desconocían que sus experiencias fueran poco habituales hasta que notaron que otras personas no las experimentaban. Lynne Duffy, autora del libro "Gatos azules y gatitos verde limón" relata así su experiencia: "'un día', le dije a mi padre, 'me di cuenta de que para escribir una 'R' empezaba escribiendo una 'P' y luego trazaba una línea para completar la letra. Y me sorprendí al descubrir que podía convertir una letra amarilla en una naranja sólo con añadir una línea.'"
La capacidad de leer se considera también una forma de sinestesia que asocia formas a sonidos.

Hay muchos tipos diferentes de sinestesia, de las cuales la conexión entre grafías y colores es la más frecuente, seguida por la conexión entre unidades de tiempo y colores y sonidos y colores.
Aleksandr R. Luria, neurólogo ruso, describió el caso de un individuo llamado S.V. Shereshevskii cuya memoria notable se debía a la vinculación entre sus cinco sentidos. Tener solo dos de ellos ligados también podría ayudar.

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