El rojo es el color que más altera a muchos animales. El etólogo ganador del Premio Nobel Niko Tinbergen notó hace 60 años que cada vez que paraba en la puerta de su casa la camioneta roja de correos, los peces espinosos (gasterosteus aculeatus) de su acuario tomaban una postura típica de pelea entre machos rivales. Joanna Setchell de la Durham University encontró que entre los monos mandriles, cuanto más roja la cara y la cola del mono, más testorena tiene y más agresivo y dominante es. Generalmente el macho alfa es el más rojo de todos.
Sarah Pryke de la Macquarie University de Sydney, Australia, descubrió que los pájaros y tiene un miedo y respeto innatos al color rojo. El ave llamada petirrojo macho (Erithacus rubecula), es tan territorial, que defiende a su territorio de cualquier macho intruso, atacando cualquier cosa roja que le pongan cerca. De hecho prefiere atacar un guante rojo, que atacar un petirrojo disecado que no tiene el pecho rojo.
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