jueves, 16 de julio de 2009

Cómo nos engañan los colores


¿Nos engañan los colores? Un color nunca es lo que creemos, sino que nos brinda la posibilidad de manipular colores para que parezcan lo que no son, cualidad que destaca a los buenos decoradores y artistas plásticos.
Cuando los conos reciben luz roja, se activan el 100% de los conos que reaccionan ante el rojo. En cambio si la luz es azul, se activan el 100% de los conos que reaccionan ante el azul. Y los colores intermedios, con excepción de rojo, verde y azul, se perciben gracias al estímulo simultáneo de dos o más tipos de conos. Cuando el ojo ve una radiación de longitud de onda igual a 0.56 micrones, los conos que captan los tintes rojos y verdes están igualmente estimulados. Entonces, cuando conos rojos y conos verdes están estimulados de forma pareja, lo que el ojo ve …¡ se interpreta como color amarillo!
Jamás deja de asombrarnos el truco de la imagen persistente, que sucede porque las células fotorreceptoras que hay en la retina, los conos, están preparadas cada tipo para recibir uno de los tres colores primarios (rojo, verde o azul) que componen todos los colores. El mirar fijamente un color, el rojo, por ejemplo, fatigará las partes sensibles a ese color. Por eso, si de pronto miramos algo blanco, veremos como flotar el complementario del rojo, que es el verde. Este fenómeno se llama “color de imagen persistente”. Pero si luego de mirar fijo el rojo, en vez de mirar blanco miramos algo verde… ¿qué es lo que pasa? ¡Que el verde se ve doblemente verde! Estamos viendo el verde de la superficie verde, y un fantasma verde (la imagen persistente) flotando encima de él: ¡verde al cuadrado! Si nos quedamos mirando este doble verde un rato, y luego miramos el rojo… ¡veremos al rojo doblemente rojo! Por eso mismo la mayoría de las frutas son rojas: de este modo logran que quienes se alimentan con ellas las localicen y esparzan su semilla con mayor efectividad. Otros colores que se potencian unos a otros de este modo son el azul y el amarillo, y el violeta y el naranja. Los verdaderos artistas aprovechan estos efectos para hacerlos vibrar estando juntos.
Hay trucos de mezclas ópticos, que es cuando varios colores se perciben simultáneamente creando un tercer color. Un fondo a rayas finas de dos colores , por ejempo, azules y amarillas puede parecer de lejos de color verde . Si las rayas son rojas y amarillas, en planos amplios, se ve naranja. Este es el efecto que lograron los impresionistas y puntillistas al hacer sombras con cualquier color menos negro o gris. Seurat usa puntos de colores puros sin mezclar de pintura roja, púrpura, verde y azul.
El descubrimiento de la mezcla de los colores en nuestra percepción condujo, en el siglo pasado a la invención de nuevas técnicas de reproducción fotomecánica, los procedimientos de tricromía y cuatricromía para reproducción en color y el procedimiento de fotograbado de medias tintas para reproducciones en blanco y negro. Entre estos trucos de mezclas ópticas está el efecto Bezold, llamado así por su descubridor, Wilhelm von Bezold (1837-1907), un diseñador de alfombras que quería hacer alfombras a cuatro colores con tres colores. ¿Puede hacerse semejante cosa? Si : mezclando los tres colores con distintas graduaciones. El mismo fondo se ve con distintas graduaciones debido al truco de la mezcla óptica.

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